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Charla a padres de adolescentes realizada en el instituto San Juan de tortuguitas. Prov. de Buenos A

Violencia- alcohol- sexualidad. ¿ qué les pasa a nuestros jóvenes?

Cuando soy invitada , como hoy, a conversar con padres de adolescentes, me hago, en general, la misma pregunta: si seré capaz de llegar al corazón de los que estén presentes, y, por otro lado me pregunto cuáles serán, esta vez, las expresiones en los rostros de las personas, cuando yo les diga, que seguramente ustedes están acá, con la esperanza de que yo trate de explicarles el zoológico de jóvenes que tenemos y las pautas para poder transformarlos, debido a que creemos que el problema lo tienen los adolescentes.

Y eso no es lo que va a pasar acá.

Primero, porque yo no considero que el problema sea de los adolescentes y segundo porque yo pondré el enfoque de esta charla sobre ustedes y no sobre ellos.

Por lo que si algún padre, esta acá sentado, esperando que yo haga lo mismo que el resto de la sociedad, ( que cada vez que alguien dice que tiene un hijo adolescente, le dan el “pésame” y le pronostican el peor de los momentos),cuando en realidad considero , que tenemos los adolescentes que nos merecemos tener..

Y que hemos sido muy injustos con ellos, depositándoles toda la responsabilidad de lo que está pasando con nuestros jóvenes, hoy en día.

Los padres, hemos perdido certezas, educamos según opiniones, hemos perdido el concepto de autoridad.

Yo no sé, a qué profesional se le ocurrió dar la orientación de intentar ser amigos de nuestros hijos!

Porque nadie niega, que todo vínculo está basado en el amor y la confianza, eso es obvio, pero esto no es lo mismo que amistad. Es obvio que los padres amamos a nuestros hijos, y para quien este presente y este concepto no sea obvio, esta charla tampoco les va a servir.

Pero nuestro rol es de ser Padres, y eso significa ser “jodidos” a los ojos de nuestros hijos. Porque los padres debemos educar y eso significa, decir que no, cuantas veces sea posible, poner disciplina, poner horarios, enseñar hábitos, y eso significa ser jodido, qué adolescente va a decir: “papa, cuánto me agrada que me hagas volver a las 12 de la noche, cuando te pedí volver a las 6 de la mañana?” O “ mamá, me encanta que me obligues llevar la ropa al lavadero, en vez de que lo hagas vos?.”

Obvio, que los adolescentes no quieren que les pongamos límites y es esperable que ellos nos digan que no quieren, pero no es esperable que los padres creamos que no los necesitan.

Nosotros somos una generación de padres, que pasamos de tenerle miedo a nuestros padres, a tenerle miedo a nuestros hijos…entonces decimos todo que sí, para evitar discusiones y confrontaciones, sintiendo que así, anda todo bien.

Quién dijo que en las familias todo debe ser sometido a votación?. Una cosa es escuchar argumentaciones y opiniones, que de hecho hay que estimularlas, y otra muy distinta es que todos los miembros de la familia tienen los mismos derechos.

A qué madre se le ocurre preguntarle a un niño de 6 años: “que queres comer mi amor”?, y que niño va a contestar, “verduras hervidas con arroz e hígado?”, y así es que tenemos una población infantil con sobrepeso, porque comen mal.

Ser padres, es saber que los hijos nos observan y van entendiendo lo que hacemos y decimos sobre todo si no coincide. Si estoy enseñando un hábito: hay que lavarse los dientes, mínimo al levantarse y al acostarse, no puedo ser flexible y decirle a mi hijo : que está bien, que hoy no se los lave porque llegó cansado del asado! Y esperamos que al chico le nazca desde adentro el hábito!

Y cuando digo que hay que recuperar las certezas como padres, para decir que no, me lo pregunto cuando veo a un niño de 6 años con celular. para qué? Si un niño de 6 años no debería moverse por lugares que no estén supervisados por adultos… entonces no lo necesita y ustedes me van a decir, ¨pero, es que todos tienen¨, bueno, entonces enséñenles a sus hijos que valen por lo que tienen y no por lo que son. Mi hijo debe ser capaz de entender, que cuando lo necesite se lo voy a comprar y no pongo otra excusa que la verdad, solo es porque no lo necesita, no “porque no tengo dinero, porque no tengo crédito en la tarjeta, etc..”

Pero lo que no queremos reconocer que esto nos quedó cómodo a nosotros, que nuestros hijos anden todo el día cableados, nos deja fantasear que están entretenidos y entonces no hacen ruido, no molestan, por lo que están bien..…

Vivimos pensando, como entretener a los niños, ¿quiÉn les dijo que deberíamos entretener a los hijos? Y dicen: “y porque, andan por la casa diciendo que se aburren” ¡que se aburran!!!!, si entendiéramos que el niño cuando siente aburrimiento es cuando puede empezar a crear…. Por eso, desde chiquitos les damos todo desde afuera, entonces crecen pensando que “todo está afuera”.

Por otro lado, gracias al mal uso de la tecnología, todo está invadido y a nosotros nos vino de primera, pero nos trajo como terrible consecuencia la pérdida de la habilidad de la comunicación, tenemos adolescentes y púberes que no saben tener conversaciones largas, no saben expresar emociones, se expresan en forma monosilábica y utilizan a la tecnología para que hable por ellos.

Y somos nosotros los que hemos cerrado los canales de comunicación, porque cuando se sientan a cenar, está la televisión prendida, y el padre le dice al hijo que se calle, porque quiere escuchar la noticia…porque mientras cenan, los celulares están arriba de la mesa y contestan si alguien llama o miran el wathssap … cuando el que tiene que esperar es el que llama o escribe, porque en ese momento estamos conversando con nuestros hijos.

Y si esta la tele prendida, tampoco la usamos para nada positivo, como utilizar lo que pasa allí, para iniciar una conversación y preguntarles a nuestros hijos que opinión tienen con respecto a lo que acaban de decir, por ejemplo, que violaron a una niña de 10 años!. No ayudamos a que reflexionen, a que hagan preguntas, a hablar en términos de valores! Y los niños a partir de los 9 años, ya pueden realizar reflexiones!

Hemos perdido el concepto de reunirse alrededor de la mesa para comer, comunicarnos, reírnos, compartir lo que paso en el día, ver la opinión de todos, entonces en pos de la modernidad, nuestros hijos pareciera que tienen un resorte, se sientan comen y se largan…

El lugar en la mesa, es un lugar de presencia, el ser escuchado en la mesa es sentirse amado por los adultos y respetado.

Pero si sentarse alrededor de la mesa, además de la televisión, la falta de comunicación, le agregamos las peleas, usar ese lugar para pelear, insultarnos, que el padre trate mal a la madre o viceversa, o arrancamos con interminables sermones de todo lo malo que tienen nuestros hijos, de quejas y reproches… entonces tampoco funcionará…

Porque otras cosa, que hacemos los padres, es querer enseñar partiendo de lo negativo, no se le dice a un niño: “mira que sos horriblemente egoísta!!!! Se le dice: “por qué no intentás ser más generoso”. Se debe enseñar en términos de virtudes no en defectos.

Para continuar con la suma, los padres vivimos desautorizando, frente a nuestros hijos, lo que hace el otro progenitor…y esto se agrava, cuando los padres están separados, porque empieza la guerra a cual de los dos va a elegir el hijo!!!. Y ahí sale la madre diciendo “ y bueno hijo que querés, si tu padre siempre ha sido un desgraciado!” Estos padres deben ir a terapia URGENTE, no los adolescentes!

Con estas cuestiones, que nos desautorizamos, nos contradecimos, los niños, salen de la maternidad, sabiendo a quien pedirle los permisos, a quien el regalo, cómo hacer y con quien faltar a la norma…. Como hacer para que me levanten la penitencia, como hacer para que mi vieja se recorra todo (Tortuguitas) otra vez, para que me traiga la vianda, que la niñita de 9 años olvidó y que es su responsabilidad llevar.

Entonces, nuestros hijos siguen sin aprender que los actos tienen consecuencias, que los conflictos hay que resolverlos.

En cambio, ahí va la madre con la vianda, y la niña, no tuvo la oportunidad de aprender, a resolver. Se tiene que acercar a una compañera, pedirle por favor, compartir la vianda, y decirle que agradecerá ese gesto, compartiendo ella su vianda el día de mañana. Pero esto solo sucederá, si hay alguna madre inteligente, que no lleve la vianda a la escuela, y deja que su hija resuelva y aprenda.

Por otro lado, los niños, jóvenes, no confían en sus padres, porque cuando se les da una penitencia, por 30 días, sorprendentemente el mes tiene 4 días, porque a los padres los consume la culpa.

Considero oportuno que los padres pensemos que no educamos para hoy, sino para dentro de 20 años, porque ese niño, ese adolescente se convertirá en adulto, mucho más rápido de lo que nos podemos imaginar. Y nuestra función como padres es preparar personas autónoma , responsables, respetuosas, con valores éticos , morales y entendiendo que para alcanzar objetivos en la vida es importante el deseo y el esfuerzo

Entonces , si seguimos enseñando que todo se soluciona de afuera, y que el “deber” es un plomo y que las conductas no tienen consecuencia, que las normas se pueden sortear de acuerdo al estado anímico, que no somos capaces de enseñar con el ejemplo, entonces no tenemos derecho a quejarnos de nuestros adolescentes, ya que definitivamente somos responsables.

Estamos así de inconsistentes, por un lado los tratamos como bebes y por el otro los largamos al mundo en silencio y solos!

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