Tiempos de pandemia. “LUCHA” Entre pulsión de vida y pulsión de muerte.

-Vivir bajo amenaza constante de muerte-

El ser humano por definición es conciente de su finitud y desde sus primeros años toma conciencia de que algún día inevitablemente va a morir. Freud plantea que, en 1920 que además de esto, hay una fuerza a nivel inconsciente que empuja al sujeto a la vuelta a ese estado previo sin tensiones, y la llamó pulsión de muerte. Por lo tanto, una parte inconsciente de nuestra psiquis busca satisfacerse muriendo. A esta fuerza se le opone la pulsión de vida, y llevamos adelante todos nuestros años en una puja constante con la búsqueda de placer, el alivio de tensiones, el criterio de realidad, el deseo y el goce.

En estos días de pandemia mundial, es observable el distinto efecto que tiene la situación social en cada persona, más allá de las individualidades estructurales, la personalidad, la historia de cada sujeto, todos se encuentran amenazados de muerte. Técnicamente al saber de la existencia e inevitabilidad del fin, siempre hay una amenaza tácita. ¿Cuál es la diferencia ahora? Hay un bombardeo constante de información que acrecienta esta amenaza nueva, se lo llama “enemigo invisible”. Todos son potenciales transmisores de este virus que recibe el mote de mortal, cuando llevado a la realidad empírica del caso, su tasa de mortalidad es considerablemente inferior a la de otras enfermedades con las que convivimos día a día. Sin embargo, uno sintoniza cualquier medio de comunicación y todo de lo que se habla es muerte, y muerte causada por este virus al cual, en la idea de cada uno, todos estamos potencialmente expuestos. Quienes salen del hogar, en algún punto, incluso desde el “humor” son considerados por sus familias como peligrosos. Y la pregunta que surge es ¿Por qué? Por qué es tan fuerte la influencia mediática con estos temas particulares, por qué la gente acepta el bombardeo de información y no encuentra satisfacción en esto. Justamente, ¿Por qué se insiste tanto y hay tanto movimiento por algo que a priori lejos está de ser placentero? Yo considero que justamente es por lo que Freud planteo en “más allá del principio de placer”,es decir la pulsión de muerte, que va de la mano con el goce, osea, esa satisfacción en el displacer.

En estos tiempos se exacerba ese conflicto natural anímico entre eros y tánatos (vida y muerte), siendo que la pulsión de muerte encuentra alimento, combustible, en la situación real que sucede allá afuera. La exacerbación de esta pulsión reprimida,que como todo lo reprimido puja por salir, lleva al psiquismo a defenderse de su intento de manifestación. La resultante es nada más y nada menos que angustia. Por supuesto que los efectos que tendrá dependerán de cada sujeto y sus herramientas o mecanismos de defensa. Pero es un conflicto inherente a la condición humana y todos de alguna manera u otra terminaremos por transitarlo y tramitarlo.