top of page

LA MAESTRA INTEGRADORA Y LA ACOMPAÑANTE

Varias son las hipótesis o creencias que se tienen con respecto a las competencias del acompañante y de la maestra integradora, pero cuál es el límite de su rol? Y cuantas veces nos encontramos realizando la función de la otra profesional interviniente?

La base es comenzar a aclarar los cimientos del trabajo de cada profesional, y en el caso de las acompañantes, tener en cuenta las variadas posibilidades de trayectorias educativas, en las cuales se resuelve la forma de acompañamiento necesaria y precisa. Su forma de intervención, se encontrara ligada a las diferentes necesidades que presenten los sujetos y las condiciones que institucionales.

La maestra integradora ejerce con cargo docente, y debe junto con la colaboración de la docente de grado elaborar la planificación de las actividades. Se trata de un registro de contenidos para cada área o materia, su construcción dejara en claro la actividad diaria del niño. El punto donde se dificulta la elaboración es, que no siempre la docente de grado brinda los contenidos ya estipulados. Esto se debe a diferentes factores, como su predisposición u organización y planificación.

La integradora es la profesional que elabora las adaptaciones curriculares y las configuraciones de apoyo. Su definición, según la resolución 3972/02 expresa “son estrategias y recursos alternativos, a los efectos de enfatizar su carácter y su pertinencia”. En otras palabras, es una opción posibilitadora del aprendizaje, y debe ser intervenida por los docentes incluidos en el proyecto de integración. Por lo cual, las adaptaciones son parte del proyecto, son estrategias y recursos educativos que deberán facilitar el acceso y progreso a nivel curricular, siendo claras y concretas. Se debe lograr identificar los aspectos del aprendizaje del niño y cuáles de esos aspectos comparte con su grupo de pares o lo son parcialmente.

Las adaptaciones implican acuerdos de carácter pedagógico – didáctico, organizativo y de funcionamiento y administrativo. Pueden ser:

  • Adaptaciones Curriculares de Acceso: se refiere a las adaptaciones que facilitan la accesibilidad y las condiciones físico – ambientales. Incluye materiales, equipamientos y ayudas técnicas.

  • Adaptaciones Curriculares de Contexto: se trabaja en el clima emocional del aula, en la organización espacial y temporal de las clases.

  • Adaptaciones Curriculares Propiamente Dichas: permiten la modificación de uno o más cambios en la planificación, proceso y evaluación curricular, basándose en el diseño curricular provincial. Se podrán modificar las expectativas de logros, y considerar distintas modalidades de acreditación y certificación.

Mencionamos que la elaboración de la planificación y las adaptaciones, se encuentra incluido en el trabajo de la maestra integradora. Pero en la realidad, ¿siempre sucede de esta manera?

En ocasiones la MI confecciona las adaptaciones y las planificaciones. Pero varios son los casos y experiencias, en los que la acompañante realiza la planificación, selección, modificación o reducción de los contenidos, y brindando a la docente y realizando ella misma, adaptaciones que reflejen estrategias y recursos a nivel pedagógico.

Continuando con las funciones de la MÍ, debemos aclarar que la planificación y las adaptaciones deben estar incluidas en el Proyecto Pedagógico Individual (PPI). La elaboración del mismo es parte del trabajo de la MI, aun que en su construcción, por resolución, deberían participar las instituciones intervinientes junto con la familia del alumno.

El PPI, debe estar compuesto además de los datos y objetivos personales del alumno, por:

  • Informe analítico del estado de situación de aprendizaje actual. Reseña de la historia escolar, y fundamentación acerca de la decisión adoptada.

  • Estrategia e integración propuesta, expresada en forma descriptiva, seleccionando los apoyos y medios de acceso al curriculum.

  • Propuesta curricular individual, secuencia de contenidos de aprendizaje y su relación con lo establecido en el Diseño Curricular.

  • Criterios de evaluación, acreditación, promoción, certificación

  • Seguimiento del proyecto

Cabe preguntarnos, si la participación de todos los actores se refleja en el Proyecto, asumiendo su carácter de documento y en el cual durante el año lectivo se deberá basar el trabajo pedagógico y didáctico con y del niño.

Son varias las realidades que una profesional puede vivenciar en relación al Proyecto. No todas las maestras integradoras, tienen conocimiento de cómo debe ser escrito, que aspectos se incluyen, que características son significativas y relevantes. Por lo general, sus coordinadoras son consultadas por la forma de confección y brindan sugerencias sobre contenidos y configuraciones. Solemos, entablar conversaciones entre pasillos o entre clase y clase con la docente de grado para tener conocimiento sobre los contenidos y características generales del niño, ya que las características más precisas y de mayor información, es dada por la asistente del niño, quien lo acompaña diariamente de manera personalizada. Esta ultima figura, participa de manera silenciosa y anónima en el Proyecto, su firma no aparece en el documento, y su presencia a nivel burocrático solo aparece en el enunciado “…el niño recibe acompañamiento doce horas semanales de un acompañante asistente externo”.

Es parte del rol de la Maestra Integradora, según resolución 4635/11:

  • Educar con el objetivo de la autonomía progresiva, la independencia y autodeterminación.

  • Habilitar y entender la opinión del alumno y de su familia, ayudando a construir condiciones de convivencia y el desarrollo del sentido de pertenencia.

  • Permitir que el alumno descubra sus propias capacidades reconociendo sus limitaciones.

  • Establecer objetivos claros y personalizados a partir de los cuales se determine la temporalización necesaria para el logro de los mismos.

  • Favorecer la participación en la toma de decisiones para la inserción social…de acuerdo al propio proyecto de vida del alumno…

Siguiendo con la resolución, su función implica:

  • La identificación y re significación del potencial de aprendizaje, en función al desarrollo e implementación del Diseño…propiciando nuevos vínculos con el conocimiento, con la institución, con los docentes y sus compañeros.

  • Promover prácticas que fortalezcan el intercambio y el apoyo técnico pedagógico…atendiendo la dimensión psicológica y social…

  • Formulación de acuerdos que fortalezcan la integración y promuevan el desarrollo de las capacidades.

Bajo la resolución n° 782/13, se establece que la tarea del Asistente Auxiliar Externo en una institución educativa, se encuentra ligada a la definición del Proyecto Pedagógico del alumno y de la institución.

El rol del acompañante está orientado a trabajar la integración social del niño dentro del ámbito escolar, su acción debe estar dirigida a la atención, asistencia y apoyo personal en distintas actividades, en las relaciones vinculares, y a la contención física o emocional del sujeto.

El acompañante no tiene cargo docente, por lo que su ingreso no reemplaza la intervención docente, ni sustituye a la Maestra Integradora. Ahora bien, ya hemos visto que en el caso de la planificación y adaptación, el acompañante termina interviniendo a nivel pedagógico, llevando a cabo las funciones de la maestra integradora, movidas por buenos y diferentes motivos , cuya finalidad podría ser, acercar al niño al contenido de la manera más optima. Estas mismas intenciones, pueden ser las que impulsen a las maestras integradoras a realizar intervenciones de aspectos interpersonales y sociales, siendo responsabilidades pertinentes al campo de la acompañante.

Su forma de trabajo deberá ser definida y acordada por las instituciones intervinientes, la familia y el niño (su participación estará sujeta a sus posibilidades). Este tipo de acuerdos, no son usuales. El acompañante recibe sugerencias y en ocasiones ordenes de parte de la escuela común o de su equipo de cómo debería accionar, recibiendo demandas por parte de la familia y sugiriendo de cómo debe ser trabajado el acompañamiento. Todo ello, en diferentes momentos, sin un acuerdo en presencia de las instituciones.

El ingreso de los Acompañantes/Asistentes Externos está avalado por la legislación vigente vinculada a los derechos y a la atención de personas con discapacidad.

Se precisara su forma de intervención, en función a las necesidades que puede requerir el niño, en relación a las condiciones y posibilidades institucionales. Bajo este enunciado, es interesante el trabajo que pueden realizar de manera conjunta la acompañante y la maestra integradora y su confección de adaptaciones.

Su incorporación debe estar solamente justificada mediante la necesidad del alumno, y su presencia debe ser pensada (a pesar de ser a largo plazo) como transitoria. Es importante que esta premisa pueda ser analizada por las instituciones que participan, incluyendo la familia.

Deberá Promover y facilitar la autonomía y confianza del sujeto. Es importante que logre detectar síntomas de manera anticipada, ya sea por una posible recaída.

Dentro de sus competencias, debe realizar intervenciones en la familia si han de ser requeridas. Dichas intervenciones tienen que ser consultadas previamente con su supervisora.

Su trabajo debe estar avalado por una institución habilitada o contar con el apoyo de un equipo técnico externo, los cuales deben asumir el compromiso de brindar supervisiones al AAE y control de las asistencias del profesional a la escuela.

Algunos aspectos comunes entre la función del AAE y de la Maestra Integradora:

  • Tener como horizonte la autonomía progresiva, la independencia y la autodeterminación

  • Habilitar y atender la opinión del niño y de su familia

  • Ayudarlo a construir condiciones de convivencia y el desarrollo de la pertenencia

  • Ser comunicador de novedades y posibles dificultades

  • Promover un clima afectuoso y alentador que estimule lo logros, considerando las emociones del niño

  • Promoverle confianza al niño y trabajar en sus niveles de autoestima

Por último, y casi como una conclusión de mismo proceso de integración, debemos posicionarnos como profesionales, ajustándonos a nuestras funciones y buscar el beneficio constante del niño, a favor de los objetivos planteados. Por eso las invito a ser reflexivas y analíticas en nuestra práctica, y con pensamiento crítico, a pesar de que en algunos casos, se haga difícil concretar nuestras funciones a causa de tantas instituciones y actores que intervienen. Vale la pena brindar la mejor calidad en cada intervención que realicemos, esta acción constante será un indicador positivo, que evidenciara cuando el sujeto necesita cada vez menos de nuestra figura, en ese momento, lo prudente es retirándonos progresivamente.

Nuestro mejor trabajo es aquel que ya no es requerido por el niño.

Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
bottom of page