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¿Qué creemos como padres? ¿Qué transmitimos a nuestros hijos?

Sobre los instintos, la biología y el ambiente:

Pensé este escrito luego de leer a muchos pediatras de moda a quienes miles de madres y padres siguen como referentes en sus páginas y consejos.

Médicos con un claro entendimiento biologicista del niño, ofreciendo pautas sobre maternidad, mezclando aquello que tiene que ver con los instintos y lo ambiental como si ambas perspectivas pudiesen mezclarse.

Entonces, como padres, para pensar la paternidad tenemos que hacernos una clara pregunta. De ahí en adelante, podremos ir entendiendo el crecimiento de nuestro hijo/a. El interrogante sería: ¿Somos los humanos el producto pura y exclusivamente de la biología, tal como los animales? ¿O somos los humanos producto del ambiente y este nos determina?

Numerosas veces leemos que algo es “instintivo” en los seres humanos. Leemos, y jamás nos preguntamos ¿Qué significa realmente que algo sea producto del instinto? ¿Qué es el instinto humano? ¿Existe el instinto humano?

Para responder a esa última pregunta nos encontramos frente a dos postulados teóricos.

Por un lado, tenemos la postura biologicista que explicita que en el ser humano se encuentran dos instintos básicos: el de supervivencia y el de reproducción.

No obstante, otras corrientes de la biología y también desde las ciencias sociales como la antropología, la lingüística, la psicología, etc. sostienen que el ser humano carece de instintos.

Desde la perspectiva de quienes trabajamos con niños entendiendo sus malestares y padeceres entenderemos a esto último como aquello en lo que nos apoyamos. Pasaré entonces a explicar el motivo.

El instinto según lo define la Real academia española es:

Del lat. instinctus 'impulso', 'inspiración'.

1. m. Conjunto de pautas de reacción que, en los animales, contribuyen a la conservación de la vida del individuo y de la especie. Instinto reproductor.

2. m. Móvil atribuido a un acto, sentimiento, etc., que obedece a una razón profunda, sin que se

percate de ello quien lo realiza o siente.

3. m. Facultad que permite valorar o apreciar ciertas cosas. Tiene instinto pictórico.

4. m. Rel. p. us. Impulso o movimiento divino, referido a inspiraciones sobrenaturales.

5. m. desus. Instigación o sugestión.

por instinto.

1. loc. adv. Por un impulso o propensión natural e indeliberada.

Los seres humanos creemos que tenemos instintos. A veces, escuchamos a médicos y dicersas personas comparar a seres humanos con animales, como si tal cosa pudiera hacerse.

No se puede, mal nos pese… ¿Por qué? Porque el humano carece de instintos y no los tiene justamente porque ha logrado desarrollar lenguaje. Ese lenguaje le ha permitido al humano algo que no tiene ningún animal conocido, que es desarrollar una cultura.

¿Por qué el lenguaje y haber desarrollado una cultura nos aleja tanto de los instintos animales?

Porque en los seres humanos no hay nada que este bien o mal en sí mismo, lo que es bueno o malo dependerá de la cultura a la que nos hallemos formando parte.

Ejemplifiquemos: ¿Está bien o mal entregar a un niño para que luche desde pequeño a las inclemencias del frío y del hambre? Hoy podríamos sentir aberración por ello, pero en Esparta esto era un ritual común por el que todas las madres atravesaban. Era algo válido y bien visto socialmente.

¿Está bien o mal tener la primera relación sexual con un tío? En algunas tribus la iniciación sexual se da por un miembro adulto de la familia. Aquí nos horrorizaríamos en nuestra cultura por tal acto. No obstante, si culturalmente es algo aprobado estas personas no se traumatizan por ello.

¿Está bien o mal festejar la muerte? Se sabe que en países de Oriente la muerte se festeja. En Occidente esto sería muy mal visto y no resulta comprensible, si esto se hiciera incluso podría ser traumático para las personas que de ello participaran.

Es decir, en el ser humano nada estará bien o mal en sí mismo. Ni siquiera la muerte. Por ello seguimos discutiendo si la eutanasia y el aborto son válidos o no. Y eso dependerá exclusivamente de la cultura.

Entonces, no podremos dar pautas de que está bien o mal, si no tenemos en cuenta la cultura del sujeto. Si esto es algo culturalmente aceptado la persona no lo sentirá como un hecho traumático, no obstante, si culturalmente no es algo aceptado esto podría ser vivenciado con horror y desaprobación por una persona, manifestándose como hecho claramente traumático, provocando daños psiquicos.

Volviendo a los instintos diremos que ahora es fácil imaginarnos que, si yo encierro a un ave que migra, y hago esto desde su nacimiento hasta la época de migración pero luego la suelto esa ave, al ser liberada, sabrá exactamente para donde volar y qué hacer.

En cambio, si encierro a un cachorro humano sin contacto con otros humanos ese niño podría morir, no desarrollar ningún comportamiento humano, quedar severamente retrasado o presentar conductas anómalas severas. Esa persona no se parecerá en nada a un humano. Ni sabrá que hacer. Esta es otra prueba irrevocable de la falta de instintos en los humanos.

El ser humano (como ya lo han mostrado investigaciones sobre los primeros momentos de vida, las muertes por hospitalismo y depresión anaclitica en lactantes realizadas por Spitz) sin un ser que lo acompañe y lo cobije en los primeros tiempos, enseñándole, hablándole y haciéndolo parte de un mundo de emociones puede incluso morir. Sobre estas bases se fundó la Teoría del apego.

Muestra como el lactante necesita desde los primeros momentos el contacto con otro ser humano, que no solo le de los cuidados biológicos necesarios para vivir como ser higienizado y alimentado. Sino que necesita ser provisto de amor, cariño, cuidado y palabras para poder desarrollarse sanamente.

Entonces podemos preguntarnos ¿Qué hay de biológico en eso? El cachorro humano no sobrevive sin otro que oferte cuidados.

Por otro lado alguien podría decir también para rebatir este argumento que las fallas biológicas si existen… Por ejemplo, un niño puede nacer sin brazos, sin piernas, etc. Mostrando que la biología es muy importante. No obstante, podré decir a esto que si bien la biología predispone, no condiciona totalmente ¿Por qué? Porque podremos ver a dos niños sin piernas.

No obstante, dependiendo el ambiente en el que se desarrolle, uno de esos niños necesitará mostrarse discapacitado funcional y psíquicamente, necesitando depender de otros para auto-valerse. Y el otro, como vemos de ello muchos ejemplos en las redes sociales, tendrán una vida plena, exitosa, mostrando que su falla orgánica no entorpece sus posibilidades de ser un ser autónomo y feliz.

Luego para decir que este argumento no es válido vendrá alquien a decir “pero el instinto de supervivencia si existe” y yo preguntaré entonces : “Si alguien le diese a elegir entre la vida de su hijo/a y la suya, dudaría en constestar que en ese mismo momento se ha acabado el instinto de supervivencia?

Es decir, podemos tener reacciones que se parezcan bastante a un instinto, reacciones reflejas, pero esas reacciones pueden lograr ser controladas en los humanos, que han accedido al lenguaje y son parte de una cultura.

Más tarde vendrá alguien más a decir… “pero el instinto de reproducción si existe”. Por ello, le preguntaré a esa persona por que no ha elegido su compañero sexual acorde a su ciclo de reproducción, porque si el hecho es simplemente reproducirse, daría lo mismo cualquiera. Y no es así. El ser humano elige no solo en base a compatibilidades biológicas, sino a cuestiones de educación, características físicas, emocionales, sociales, muy complejas y alejadas de otras especies animales.

Vendrá alguien más a opinar que … “pero alimentarse tiene que ver con el instinto”. Podremos apelar a esto rápidamente diciendo que hay humanos que mueren en huelgas de hambre, y anoréxicas que deciden morir antes que comer.

Luego alguna madre dirá “el instinto materno si existe, es algo natural” y para rebatir este argumento tendremos miles de ejemplos de madres que dejan abandonados a sus hijos o los matan ellas mismas.

Entonces nos daremos cuenta que aquello que el ser humano llama algo instintivo en realidad denomina así a aquellas pautas aprendidas de manera tan temprana, tan relacionadas con la cultura y su ambiente, tan fuertemente interiorizadas que, ni siquiera puede separarlos de su biología.

El ser humano no tiene instintos. Si los tuviese todas las madres sabrían exactamente cuando destetar a sus hijos, sacarlos de su cama, darles alimentos sólidos, hacerlos caminar, etcétera. Y esas son todas las preguntas que la maternidad/ paternidad nos trae. Y más aún… En los animales no existen diferencias significativas en cuanto a adquisiciones, es decir no vemos a ningún perro siendo amamantado hasta los 4 años de edad. Pero en los humanos esas diferencias son claras porque obedecen a lo ambiental y no solo a cuestiones biológicas y mucho menos “naturales”.

Entonces finalizaré este escrito realizando una crítica a todos estos pseudo gurús actuales de la medicina moderna que hacen razonamientos lógicos para los adultos.

Como padres, docentes y profesionales debemos recordar que la psiquis y la mente de un niño es MUY diferente a la de un adulto. Porque justamente se encuentra en constitución y lo que hagamos como padres, educadores y profesionales tendrá fuertes implicancias en el futuro, porque en el ser humano el ambiente es determinante y mucho más poderoso que la biología.

Lic. Karina Agüero

Psicopedagoga/ Psicoanalista

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