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BENEFICIOS DEL MASAJE INFANTIL

“La caricia es un viaje de continuo descubrimiento, del misterio que somos cuando nos relacionamos”.

Al empezar a escribir sobre la importancia del “contacto nutritivo”, y los beneficios del masaje infantil, no puedo dejar de pensar en esos momentos de intercambio, de sonrisas, de balbuceos, de miradas que tuve el placer de presenciar haciendo este recorrido, entre las madres y padres con sus bebés. Porque si de beneficios se trata, en lo personal, lo más rico de este espacio es la posibilidad de encontrar una forma de vinculación con sus bebés basada en la ternura y el cariño; es disfrutar de un momento de encuentro y brindar la posibilidad de ir encontrando, en el día a día, momentos de intimidad con sus bebés.

El ritmo actual en el que estamos inmersos, sumado a los ritmos que implica tener un bebé en casa, las demandas del bebé, la dificultad muchas veces de comprender esas demandas, hacen difícil la tarea de encontrar tiempo y energía para encontrarnos con nuestro bebé. Es por este motivo que intentaré describir, en pocas palabras, cómo, a través del masaje, podemos enriquecer el encuentro con ellos, al mismo tiempo que ponemos en práctica herramientas que los ayudan en su desarrollo físico y emocional.

Ya he expuesto anteriormente la importancia que tiene el contacto en la vida, no sólo de los bebés sino también en la vida adulta. Cómo no va a ser importante si el sentido del tacto es el primero en desarrollarse en el vientre materno y nos acompaña hasta la muerte. Tan importante es que sin el contacto con un otro no somos capaces de sobrevivir. Ahora bien, el masaje infantil es una herramienta que ayuda a los padres a tocar a sus bebés más allá de los cuidados necesarios, creando un espacio de encuentro que además ayuda a sus bebés a relajarse y disfrutar.

¿Quién de ustedes, siendo padres, no se ha visto inmerso en situaciones durante las cuales se tiene el sentimiento de no saber qué hacer? ¿Quién no se ha preguntado si hace bien o mal esto o aquello? La maternidad, la paternidad, no sabe de certezas, y sí de muchas preguntas, dudas, inquietudes, y hasta inseguridades. Por ello es que se insiste en la necesidad de tomarse su tiempo para conocer(se), comprender(se), escuchar(se), responder(se). Y es en este sentido que hago hincapié en esta herramienta, de antaño, que es el masaje infantil. Porque el mismo tiene beneficios en tanto que favorece la relajación, estimulación, alivio del dolor e interacción del bebé.

Favorece la relajación del bebé ya que lo ayuda a que aprenda a relajarse y a manejar los estímulos desde un estado relajado; ayuda al bebé a incrementar los umbrales de estimulación táctil, puede habilitar un patrón de alivio ante el stress produciendo endorfinas, ayuda al bebé a prolongar y estimular el sueño por lo que colabora en la regulación de los patrones del sueño.

Mediante el masaje también se promueve la organización del sistema nervioso y favorece la mielinización de las neuronas, colaboramos en la estimulación del sistema gastrointestinal, del sistema circulatorio, del sistema inmunológico y del sistema respiratorio; ayuda a mejorar el tono muscular; favorece la construcción del esquema corporal y de la inteligencia psico motriz; vehiculiza la aparición del lenguaje.

Ayuda a aliviar dolores de cólicos, sinusitis, de crecimiento y de dentición.

Y por último, pero no menos importante, colabora en la interacción mutua del bebé con sus padres, ya que favorece la construcción de un vínculo de sostén y comprensión, la comunicación, ayuda a leer y conocer el lenguaje no verbal del bebé, descubrir el contacto uno a uno, aprender a pedir permiso, utilizar todos los sentidos, proporciona un tiempo de atención focalizada, ayuda al bebé a ser escuchado y reconocido. Permite a los padres aprender a decodificar los mensajes de su hijo y responder mejor; promueve un momento del día en que los padres están totalmente focalizados en el bebé.

Los beneficios del masaje infantil no sólo son para los bebés. También los padres se ven beneficiados ya que aporta mayor seguridad y confianza en la crianza y cuidados hacia sus bebés mejorando su autoestima; aporta diversión, placer y relajación; favorece tiempos de encuentro íntimo, de conocer y conectarse con su hijo, brindando a su vez la posibilidad de aprender a escuchar y responder a las necesidades de su bebé; da a los padres el permiso de tocar de una manera nutritiva y tierna; desarrolla respeto hacia el bebé como individuo y la aceptación de sus procesos y necesidades; los ayuda a tomar conciencia de las necesidades físicas, psicológicas y emocionales, de conocer el llanto y señales de sus bebés, aprendiendo a comprender e interpretar esos mensajes; favorece el vínculo y apego en una interacción recíproca; Fortalece la autoconfianza y los comportamientos maternales de apego. Es una agradable forma de favorecer el desarrollo del bebé mientras se profundiza el lazo de apego entre los padres y el bebé o el niño.

Así es que la mayor riqueza en este encuentro entre padres y bebés, es lo posibilidad de entablar un diálogo, un lenguaje, atravesado por la mirada, la palabra, los gestos, sonrisas, en una palabra atravesado por el placer del encuentro.

Porque “Un sujeto nace cuando es mirado por el otro primordial, cuando es incorporado a una estructura de lenguaje, cuando es recepcionado en sus necesidades y es compensado en sus insatisfacciones.” Es por ello que decimos que se nace en el vínculo, en el vínculo entre un bebé y una mamá, porque no hay mamá sin bebé ni bebé sin mamá. Y es en ese encuentro, en esos encuentros donde se establecen las bases desde donde se sostiene la vida adulta.

“Nace un bebé y al mismo tiempo nacen una mamá y un papá”

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