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Curriculum lejano

Que sucede con aquellos contenidos que deberías ser aprendidos por los niños?

Entendemos la educación como la experiencia de la diversidad de las necesidades y de las necesidades educativas especiales.

Según la Declaración de Salamanca (1994), las necesidades educativas especiales son “aquellas que no pueden ser resueltas a través de los medios y los recursos metodológicos que habitualmente utiliza el docente para responder a las diferencias particulares de sus alumnos y que requieren para ser atendidas: ajustes, recursos o medidas pedagógicas especiales o de carácter extraordinario, distintas a las que requieren comúnmente la mayoría de los estudiantes”.

Partiendo de esta definición, es fundamental que padres y personal docente, comprendan que todos los niños y adolescentes tienen una forma individual de aprender, y que la implementación de estrategias de estudio, metodológicas y didácticas, pueden ser utilizadas para todos los niños dentro del aula.

Las diferentes necesidades que pueden presentar los niños, no son acabadas, sino que se van modificando por su constante interacción con el medio. Dichas necesidades, pueden ser detectadas e identificadas por la institución escolar o por la familia, y es en la dinámica de la comunicación entre estos, lo que colabora en posibles soluciones.

Para lograr responder a las necesidades de un niño, es fundamental el reconocimiento de las mismas, detectar su competencia curricular, para posteriormente realizar las adaptaciones adecuadas, y que estas no se alejen demasiado de los contenidos del curriculum.

Se explica por el concepto de adaptación curricular, tres grupos que lo determinan:

  • De adecuaciones en el contexto educativo y/o en la organización del aula: implica ubicación espacial, características adecuadas para trabajos grupales e individuales, y distribución de los recursos.

  • De provisión de los medios de acceso al curriculum: incluye recursos en el sistema educativo especial de emplazamiento, recursos personales y de acceso físico.

  • De adaptación curricular propiamente dicha: incluye posible modificación de los objetivos y de los contenidos. Considerar adaptaciones metodológicas, como métodos y procedimientos alternativos, actividades especificas, material didáctico, entre otros.

La evaluación, estará sujeta a la modificación, como también la temporalización de los contenidos.

Para la determinación de las adaptaciones, es importante considerar los siguientes criterios:

  • Determinar las necesidades del alumno

  • Partir del nivel de competencia curricular del alumno

  • Elaborar las adaptaciones desde el marco curricular de la programación áulica

  • Planificar la participación de la familia

  • Realizar seguimientos para los ajustes correspondientes.

Las adecuaciones y adaptaciones, pueden ser implementadas en niños que presenten dificultades en el aprendizaje, sin necesidad de que tengan un proyecto de integración o un asistente externo que lo acompañe. La implementación de ellas, debe ser consensuada entre escuela y familia, para lograr acercar los contenidos con posibles procesos metodológicos alternativos, al alumno.

Con lo dicho, inferimos que el curriculum, al cual “todos” los niños deben responder, es lineal, estativo y rígido. No considera los aprendizajes alternativos ni las diferentes habilidades y fortalezas de un alumno. Por ejemplo, Juan tienen mejor aprendizaje visual y Matías aprende mejor de manera oral, de cómo este determinado el contenido en el curriculum, uno de ellos dos presentara dificultades. Con lo cual, el curriculum en estos tiempos, pretende atender una “media imaginaria”, en la que no están incluidas las variables del aprendizaje y la metodología. Por lo que inferimos que, el fracaso no es del alumno, sino que es el curriculum el que fracasa, ya que está dirigido a una población menor que la media, y aun así, su éxito no es garantizado.

Por lo que cada actor interviniente, familia, escuela y profesionales, intentemos acercarnos a la comprensión de cada aprendizaje. Un niño es único e irrepetible, y de tal manera es también su modo de aprender y asimilar el conocimiento.

“(…) el peso de la adaptación debe recaer en primer lugar sobre el curriculum y no sobre el estudiante. Puesto que la mayoría de los currículos no se pueden adaptar a las diferencias individuales, tenemos que reconocer que dichos currículos, y no los estudiantes, los que están “discapacitados”. Por tanto debemos “arreglar” currículos y no estudiantes”.

Pautas para el diseño universal del aprendizaje, 2013

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